El ciclo completo, o no hay ciclo.
Hoy vengo con una historia que tenia escondida entre uno de los cajonsitos de memoria; la desempolve al leer el cuento ‘El canario’ por Katherine Mansfield.
Aquí mi propia versión de ‘El canario’, pero tal vez el mejor título para describirla sería: ‘La planta de manzanilla’
Disfruten:
Recuerdo a mi plantita de manzanilla. Tenía unas flores hermosas, mirabas en ellas y veías soles en miniatura.
Salía especialmente para mirarlas. Fueron una de las primeras flores (luego de mis lavandas y las flores del toronjil) de mi jardín-balcón.
Recuerdo también los esfuerzos que hice resistiendo a que no muera. Unos pulgones, pequeñitos y verdes gustaban de sus lindas y delicadas hojas ¿De dónde es que fueron a aparecer? ¿Qué mal viento las vino a traer a mi jardín-balcón?
Recuerdo que comencé de a poquitos matando a los pulgones con mis pulgares, haciéndole una revisión minuciosa a las chicas (como las llamaba).
Pero luego ya no eran solo los benditos bichitos verdes los que la atacaban, sino que le apareció un polvito blanquito, un polvito como escarcha de invierno, este polvito se posaba por sus tallos y ramas . Esta vez tuve que comenzar retirando las ramitas blancas.
La batalla ya estaba perdida, solo que era mi primera vez enfrentándome a la muerte y me resistía.
Me resistía a toda la muerte ocurriendo en mi vida interna y externa, ahora expresada también en las flores de mi jardín.
Fui cortando ramita por ramita, hasta que de a poquitos tenia al frente una plantita pequeñita, de lo que una vez fue una frondosa manzanilla que guardaba en ella toda la energía solar.
Termino muriendo y yo termine aprendiendo sobre la muerte como ciclo natural de la vida.
Recuerdo que unas semanas después, en uno de los círculos de mujeres que frecuento, no se cómo, estábamos compartiendo sobre plantitas. Yo me decidí a traer el aprendizaje que mi manzanilla me regalo:
‘VIDA-MUERTE-VIDA’
El ciclo completo, o no hay ciclo.
Amar el ciclo y vivirlo como es, completito.
